Una de las principales propuestas del documento es la reducción del tiempo del proceso, objetivo para el que plantea remitir todo el trámite a los juzgados; sin embargo, el Sedeges está en desacuerdo
Un anteproyecto de ley que busca disminuir a sólo tres meses el trámite de adopción de menores, cuando ahora demora años, causa polémica. El Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de La Paz está en desacuerdo con tres de los seis puntos planteados.
La propuesta es de la diputada disidente de Poder Democrático y Social (Podemos) Claudia Paredes, miembro de la red Parlamentaria del Niño, Niña y Adolescente, de la Cámara de Diputados.
Explicó que la propuesta tiene seis pilares: que la adopción se vuelva mucho más ágil, que haya adopciones desde el vientre de la madre (en caso de abuso sexual o que no se quiera tener al niño), que se pueda escoger al menor, que no haya devolución del pequeño, que haya una cultura de adopción y que se impulse el padrinazgo.
El Sedeges rechaza la adopción en el vientre, la posibilidad de escoger al menor y la prohibición de devolver al pequeño adoptado.
El anteproyecto se elabora desde hace siete meses y se tiene el resultado consensuado de las mesas técnicas, pero aún no existe un documento final.
Paredes aseguró que en la elaboración participaron defensorías de la Niñez y Adolescencia, los Sedeges de todo el país, el Defensor del Pueblo y también jueces de Niñez y Adolescencia.
La propuesta
De acuerdo con la Ley 2026, Código Niño, Niña y Adolescente, el trámite de adopción, una vez que se tienen todos los requisitos, no debe demorar más de 30 días.
“Sin embargo, el problema no está en ese plazo —dijo Paredes—, sino en la investigación profunda sobre la filiación familiar anterior del menor, porque el proceso es muy largo y puede tardar entre dos y cuatro años. La lentitud se da en el registro de identidad del niño, entre otros, proceso que actualmente lo realizan los Sedeges”.
Con este nuevo proyecto se pretende que este proceso sea agilizado a través de los jueces de la Niñez y Adolescencia, en un tiempo máximo de tres meses.
Rudy Molina, abogado del Sedeges, negó que ésa sea la situación actual. Dijo que la demora se ocasiona porque, “por ejemplo, en La Paz, de los dos juzgados de la Niñez y la Adolescencia que hay, sólo uno funciona y es esta autoridad la que decide sobre el destino de los menores que están en los albergues”. El otro juzgado deriva los casos al segundo, como pudo corroborar La Prensa.
Este medio intentó conversar sobre el asunto con la juez Jackeline Rada (del único Juzgado de Familia que funciona), pero ella no quiso opinar al respecto.
“Eso viene perjudicando enormemente y retrasa la restitución de los derechos de los niños, que es contar con una familia. En ese caso, el Sedeges no puede hacer nada, porque es un problema que debe resolver la Corte Superior de Justicia”.
Para evitar esa demora en los juzgados, Molina sugiere, de manera contraria a lo que plantea Paredes, que sea el Sedeges la instancia que directamente dé en adopción a los niños.
“La institución ya conoce el perfil de los padres adoptivos y de los niños, entonces quién mejor —argumentó— que la institución para acomodarlos en los hogares con ciertas características a los niños”.
Innovaciones
Actualmente, en el país no hay una normativa que reglamente y acelere las gestiones que se deben seguir para adoptar a un ser desde el vientre.
La propuesta plantea que las adopciones sean posibles desde la gestación de la madre. Aquella que no quiera tenerlo o que haya sido abusada sexualmente podrá dar en adopción al menor, claro que los padres adoptivos deberán seguir algunas normas.
Paredes explicó que “a pesar de que este punto ha sido muy observado, es una buena opción para evitar abortos y que se respete la vida del niño desde el vientre”.
Esto también ayudará a que no haya tanto abandono de niños en las calles, pues, según el criterio de Paredes, “cada día un niño es abandonado en El Alto”. Y además servirá para que no haya hacinamiento de niños en los albergues.
“Es que, por ejemplo, el Hogar Virgen de Fátima, donde acogen a niños de cero a ocho años, tiene una capacidad de albergar a 100 menores, pero actualmente cuenta con120”.
Marisol Manríquez, jefa de la Unidad Técnica de Asistencia y Familia del Sedeges, comentó que “legalizar la adopción en el vientre podría favorecer a que las adolescentes hagan sus tratos con las personas o hagan chantajes. No estamos de acuerdo con ello”.
Paredes también defendió el punto en el que el proyecto plantea que los padres adoptivos puedan escoger al niño que será su hijo.
Pero Manríquez comentó que ése es otro punto con el que están en desacuerdo, porque puede ocasionar discriminación sobre algunos niños, especialmente porque los padres suelen pretender sólo hijos de tez blanca.
La actual Ley 2026 indica que, una vez que el niño haya sido integrado a la familia, durante los próximos 15 días podrá ser devuelto al albergue si es que la familia y el menor no han sido compatibles.
Para Paredes, eso no es conveniente, porque antes de la integración familiar hay visitas, en las que ya conocen a los niños. Pero María Quiroz, trabajadora social del Sedeges, replicó: Si el informe preadoptivo indica que los padres maltratan al menor, es mejor que el niño sea “rescatado”.
En 2008 se adoptaron 70 menores del Virgen de Fátima
En 2008 se entregó a 70 niños en adopción, el 70 por ciento fue para el extranjero y el restante 30 por ciento se quedó en el país. Esta cantidad podría reducirse este año a sólo el 25 por ciento.
De acuerdo con María Quiroz, trabajadora Social del Servicio de Gestión Social (Sedeges), los extranjeros son quienes más adoptan porque ellos buscan niños de cinco a ocho años, lo que facilita que haya más pequeños a disposición.
“Es que los bolivianos se caracterizan por demandar un niño de cero a dos años, y encontrar un niño de esas características, a veces, es muy difícil, porque para cada niño de ese promedio de edad hay diez parejas esperando”.
Actualmente, en el Hogar Virgen de Fátima, administrado por la Prefectura de La Paz, hay 25 niños que son adoptables, la mitad de ellos cumple ese requisito. En el lugar hay pequeños de cero a ocho años.
Otro de los problemas es que, si hay niños de esa edad en el hogar, no son adoptables porque todavía no se ha logrado extinguir la paternidad del menor. Ese trámite puede demorar hasta dos años, lo que provocará que el niño, si ha entrado con un año, tenga tres y ya no cumpliría el pedido de los padres adoptivos. El resultado es que no existen niños para satisfacer la exigencia de los padres bolivianos, según las autoridades.
“Año y medio que esperamos por un niño”
Para Juan P., de 34 años, hasta el momento “ha sido todo un calvario” hacer el trámite de adopción, pues luego de un año y medio de solicitud de un pequeño lo único que recibió fueron mensajes de “paciencia”, sin embargo, tanto él como su pareja esperan abrazar y dar amor a ese miembro que hace falta para completar su familia.
Cabizbajos y con los ojos aguanosos, Juan y Marcela salían del pasillo del único Juzgado de Familia que funciona. “Creíamos que ahora sí nos iban a dar buenas noticias, pero cuando llegamos al juzgado nos dijeron ‘No hay resultados todavía, tienen que esperar’. Cada vez que escuchamos eso nos parte el corazón”, cuenta Juan mientras su esposa no aguanta más, se pega a los hombros de su marido y suelta el llanto.
¿Cuál es la razón de la demora?, preguntó La Prensa. Magdalena contestó que en el memorial con el que solicitaron la adopción indicaron que querían un varoncito que tenga entre uno y dos años. “Nos dijeron que cuando hay una solicitud con estas características siempre tarda”.
Por eso, confesó Juan, antes de llegar al lugar habían decidido que, si esta vez más les indicaban que no había resultados, iban a cambiar su memorial para pedir un niño más grande.
“Aunque sé que eso también demorará, creo que vamos a tener mejores resultados, porque también solicitaremos que su sexo sea indistinto”.
La pareja indicó que ellos ya han cumplido con todos los requisitos que debe tener una persona para la adopción, “incluso ya pasamos los cursos de padres preadoptivos en el Sedeges (Servicio Departamental de Gestión Social) y hasta amoblamos el cuarto para mi hijo”, pero la espera ya lleva un año y medio.
Un nuevo curso para padres adoptivos
Los cursos de los padres adoptivos que imparte el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) comenzarán el 14 de septiembre y concluirán el 25.
Estos cursos tendrán un costo de 259 bolivianos y durarán dos horas (de 18.00 a 20.00), durante tres días de la semana: lunes, miércoles y viernes. Son programados cuatro veces al año y están divididos en dos módulos: el área psicosocial y la legal.
En la parte psicosocial se hace una valoración a la pareja o al soltero, al inicio del taller, informa María Quiroz, trabajadora social del Sedeges, se manda a sacar a los cursantes unos huevitos que están dentro de una caja, los cuales son pintados de color azul o rosado según el sexo de su “hijito”, éstos serán como sus hijos durante el curso, “por eso deben cuidarlos, arroparlos y quererlos”.
También se hace un examen físico de los futuros padres adoptivos y en la parte legal les brindan una información integral sobre los trámites que se seguirán en el proceso de adopción.
Los cursos se abren sólo para 20 parejas o personas solteras y hasta el jueves ya se inscribieron cuatro.
Entre los requisitos para adoptar a un niño están: tener entre 25 y 50 años; ser soltero o casado (en este segundo caso se presenta el certificado de matrimonio o un documento que demuestre que hay unión libre), no tener antecedentes penales ni policiales, haber participado en los cursos de padres adoptivos y el certificado biopsicosocial, que lo otorga el Sedeges, además de un certificado médico.
La trabajadora social de la institución evaluará la situación económica del cursante. Después de haber obtenido los requisitos, el interesado deberá acudir al Juzgado de la Niñez y la Adolescencia y presentar un memorial que mencione la edad y sexo del niño. Todo el trámite dura entre dos y tres años y cuesta unos 6.000 bolivianos.
Los datos
El anteproyecto de ley que trabaja Diputados tiene seis planteamientos.
Que la adopción sea más ágil, que haya adopciones desde el vientre de la madre.
Que los padres adoptivos puedan escoger al menor que quieran.
Que no haya devolución del menor, que se impulse el padrinazgo.