
hablan de sus experiencias. El ICBF describe cómo es el programa. Ejercer este rol es delicado porque puede llevar a líos jurídicos. Amor. Visitar la casa de María Pastora Herrera Henao es como llegar a un albergue infantil. En los tres pisos de la edificación, ubicada en el barrio El Caribe de Manizales, se observa que allí residen cuatro menores de edad. Los muñecos que se ven y el calor de hogar que se siente así lo delatan. Lo bonito de la historia es que no son hijos de la protagonista, sino prestados. Ella y su familia decidieron hace 15 años convertirse en Hogar Sustituto (HS) del ICBF y recibir a niños en todas las condiciones, con tal de que se sientan tan queridos como a los que ha concebido de su propio vientre. Las cuentas rápidas que hace dan como resultado 70 niños que en los últimos años han pasado por su vivienda, pero de todos, dos de los que tiene actualmente le cautivaron su corazón, aunque aclara que a los otros, de cuatro meses y tres años, también los quiere muchísimo. Son niñas en condición de discapacidad a las que cuida desde que nacieron. Ambas fueron abandonadas por sus familias biológicas. Una de ellas tiene seis años y padece microcefalia, parálisis cerebral, retardo global del desarrollo y síndrome convulsivo. La otra pequeñita, de cinco años, también tiene parálisis cerebral, síndrome convulsivo y holopresencefalia (malformación genética). Ambas se alimentan por sonda. Una de ellas se encontraba el pasado viernes interna en el Hospital Infantil debido a un paro respiratorio. "Está que se va", dijo conmovida María Pastora cuando LA PATRIA llegó a su hogar. Y como toda mamá, sabia y fuerte, completó la frase: "pido todos los días a los santos para que me dé salud y fortaleza, y pueda llegar al final con mis niñas. Que cuando salgan de mi hogar sea en un ataúd. Sé que por su condición de discapacidad nadie las querrá adoptar". Motivación María Pastora tiene esposo y cuatro hijas biológicas, dos de ellas aún viven en la casa. La menor, de 18 años, quiere estudiar medicina para dedicarse a aliviar los padecimientos de niñas como los que sufren sus hermanitas temporales. El gusto por la labor social que siempre ha tenido María Pastora fue lo que la llevó a elegir ser HS en 1994. "Una amiga del barrio estaba en el programa, me contó cómo era y me inscribí. Durante 15 días tuve varias capacitaciones, entrevistas y visitas. Luego encontré el apoyo de toda la familia, que accedió a ingresar al programa". Les dieron dos niños, de 10 y 12 años. Por el compromiso de esta familia, a los 15 días les entregaron otro niño de 9 meses, que estaba muy enfermo. "Con lo que vivimos con el niño comprobamos que sí teníamos la capacidad de ser HS. El niño llegó tan maltratado que tenía un hematoma en la cabeza y estaba desnutrido. A todos los sacamos adelante con el amor que les damos y la colaboración del Hospital Infantil, que siempre nos ha colaborado". Esta mujer, como todas las madres sustitutas, recibe lo que el ICBF denomina beca. Consiste en un aporte de 365 mil pesos por cada niño discapacitado y 308 mil pesos por niño no discapacitado. Están afiliados al Régimen Subsidiado, y en el año reciben por lo menos dos bonos para vestuario y otros gastos., fuera del regalo en Navidad. "Los niños viven como en un estrato seis, pero ser HS no es cuestión de dinero. Si una familia no tiene la voluntad , el amor, la entrega y el espacio para mantener a los niños como se lo merecen, mejor que no se meta en esto porque fracasarán", afirmó María Pastora. Esta familia vive de la que produce una tienda ubicada en el primer piso de la casa y de los recursos que le aportan las otras dos hijas biológicas. Crecimiento Esta familia ya es reconocida en El Caribe. Algunos jóvenes que encontraron afecto y apoyo años atrás saludan a María Pastora y le dicen que ella sigue siendo una mamá para ellos, "que soy una mamá prestada, eso siempre se los inculco porque uno aprende a amarlos a todos, a entender sus necesidades, pero también debemos entender que están de paso y que lo que se busca es que una familia los acoja como hijos propios". Otra clave para llegar a ser un buen HS, según esta mujer, es la unión y el compromiso de todo el grupo familiar. "Mi esposo es una segunda mamá para los niños, es la mano derecha para todos nosotros. Lo mejor de ser HS es que esto se convierte en una bendición. Los hijos propios se vuelven más solidarios, responsables. Se dan cuenta que ser mamá no es solo traer hijos al mundo. También aprenden a compartir con otros y a aceptar la discapacidad como algo normal. A la pareja y a la familia las une mucho esta condición". María Pastora sueña con ganarse un "Baloto" para comprar cosas muy especiales como camas y colchones, además de construir baños especiales para que los niños se sientan como unos príncipes. Sin embargo, la recompensa para ella es el agradecimiento que le dan los que por su casa han pasado, así sea unos meses. "Ese es el mejor pago de ser mamá prestada", concluyó María Pastora.
El programa Francia Helena López, Directora del ICBF en Caldas, explica que el HS es una modalidad que también la pueden tener las alcaldías desde la expedición de la Ley 1098 de noviembre de 2006 o Ley de Infancia y Adolescencia. Busca restablecer temporal o definitivamente los derechos de los niños que han sido vulnerados en su medio biológico. Los HS son familias que se eligen porque cumplen con unos requisitos para cuidar las 24 horas las necesidades de los niños, mientras un defensor de familia les define la situación, declarando si hay vulneración de sus derechos o no. Dependiendo de la decisión del Defensor, el niño puede retornar a su medio familiar o debe ser entregado en adopción. "Las familias se deben consagrar al cuidado y crianza de los niños con toda calidad y garantía plena de los derechos", asegura la Directora. El ICBF en Caldas tiene 484 HS, en los que pueden ser ubicados 874 niños sin discapacidad y 146 con discapacidad. La mayoría de hogares están en Manizales (165) y La Dorada (60). Fesco y el Ceder son entidades que el ICBF en Caldas contrató para que operen este programa. La psicóloga Carolina Chacón, de Fesco, sostiene que las familias se evalúan antes de ser declaradas como HS. Deben contar con un buen nivel de comunicación familiar, tener disposición para atender al niño y restablecerles sus derechos, brindarle amor. "Las mamás deben estar en disposición para llevarlos a tratamientos médicos y controles profesionales, atender visitas familiares, entre otras obligaciones. Para ser HS las mamás se inscriben en Fesco, hacemos dos reuniones informativas, porque la mayoría asisten detrás de lo económico. Luego las familias definen si sirven o no para esto.Después llenan unos registros que son evaluados por la institución y se les da una respuesta", explica Chacón. La trabajadora social Blanca Ruby Alzate, de Fesco, indica que los niños y adolescentes que llegan a los HS tienen una medida de protección porque han sido abandonados, explotados, abusados o expuestos a una calamidad. Agrega que, con el apoyo de otras instituciones, trabajan con familias sustitutas como con familias biológicas para que se pueda rescatar a esta última. Fesco tiene abierta la convocatoria para HS en Neira, Manizales, Chinchiná y La Dorada. Esto será hasta el 30 de noviembre de este año. Las inscripciones se pueden hacer llamando al teléfono 8850000. Según la Ley, los niños deben permanecer en un HS cuatro meses, prorrogable a dos meses más si no se resuelve la situación familiar.
Requisitos* Para ser HS 1. Tener entre 25 y 50 años. Excepto en municipios con menos de 50 mil habitantes, donde la edad se amplía hasta 55 años. 2, Gozar de buena salud física y metal. 3. Tener un hogar estable y buenas relaciones interpersonales. 4. Disponer de recursos socio económicos que permitan brindar atención integral a los niños. 5. Disponer de buenas condiciones físicas para albergar a los menores. 6. Disponer de tiempo para cuidarlos. 7. Contar con buen reconocimiento en la comunidad. * Tomado de la página web del ICBF.
No todo es color de rosa Otra familia que decidió ser HS en Manizales, hace dos años, no le ha ido tan bien en este rol. En julio de 2007 recibieron en su casa, ubicada en un sector de estrato seis, a dos hermanitas de tres y dos años, que tenían medida de protección temporal. Llegaron enfermas. La familia asegura que las recibió con el afecto y las condiciones físicas y emocionales necesarias, incluso muestra fotos del evidente cambio que tuvieron desde su llegada hasta agosto de este año. Todo terminó por un anónimo que denunció supuesto maltrato físico a una de las menores. Este caso está en manos de la justicia en Bogotá, pues la familia interpuso una demanda en contra del ICBF para que les devuelva las niñas. La Dirección del ICBF asegura que verificaron que se trató de un caso de maltrato y discriminación, que no se puede tolerar de un HS. La madre de familia de este hogar niega todo y asegura que trataron tan bien a las niñas que en el colegio de sus hijos biológicos les decían que eran las hermanitas. Presentan testimonios firmados por vecinos que reafirman el buen trato que les daban a ambas. Explicación "Lo que sucede es que cuando las niñas llegaron, una de ellas, que aunque era obediente y tierna, presentaba episodios fantasiosos, como lo confirmó una amiga psicóloga. Decía que al papá lo había matado la policía, que conocía el mar, entre otras cosas. No le decíamos nada porque nos daba pesar. Ese fue el error de nosotros. Nunca nos dijeron cómo tratar a una niña en estas condiciones". Expresa que si no le daban tantos abrazos como a la otra niña, fue porque era reacia con las personas y se aislaba hasta en los juegos con niños vecinos. En ocasiones se introducía sus dedos para vomitar después de comer. Esto último, señala, se lo comentó a una psicóloga de una de las entidades vinculadas al programa, pero la respuesta fue que era normal. "Venían a preguntar por los papeles y a ver cómo estaban, pero no hablaban con las niñas". No obstante, la decisión del ICBF fue expedir un acta de pérdida de calidad de HS. "Esto se hizo aunque en la valoración medicina legal expresa que las cicatrices y lesiones de la niña no constituyen signos de maltrato físico ni de descuido. No tuvieron en cuenta esto. La niña dice que el papá le pegó, pero ella es enferma. No fui mamá sustituta por la plata sino por convicción. Construimos una casa grande y quería devolverle a la vida lo que nos había dado", manifiesta la mamá. Ahora esperan el fallo de la demanda. "Creo que me tienen que reabrir el hogar y entregarme de nuevo a las niñas". La versión del ICBF es que constataron la queja con profesionales en psiquiatría y psicología. "Al HS le ha molestado la decisión, al punto de decir que les dejemos una niña. Esto nos ratificó también que se prodigaban mayores cuidados a una", indica la Directora del ICBF en Caldas. "El maltrato que se constató era que bañaban a una niña con agua fría y a otra con agua caliente; le demostraban mayor afecto y cariño a una niña y a otra no, o sea discriminación; maltrato físico y entonces psicológico, y algunas veces castigo golpeando a una de las niñas y a la otra no", agregó la funcionaria. Quien pierde la calidad de HS y quiere volver a serlo se le aplican pruebas y se verifican antecedentes, pero el ICBF tiene la potestad de decir sí o no. |