[Howard W. French] La prosperidad china les ha dejado fuera.
Yangmiao, China. Cuando se enferma, Li Enlan, 78, recoge hierbas en el bosque cercano antes que comprar medicinas modernas. Pero no es el resultado de una opción filosófica. Nunca ha visto a un doctor y, como otros muchos vecinos de esta zona, vive en una magra economía de trueque, y tiene rara vez contacto con el dinero.
"De algún modo logramos comer, pero no es nunca suficiente", dijo Li. "Al menos, no nos morimos de hambre".
En esta región del sur de la provincia de Henan, en aldea tras aldea, la gente es demasiado pobre como para calentar sus casas en invierno y muchos carecen de servicios básicos, como agua potable. Los celulares, un símbolo omnipresente de movilidad ascendente en gran parte del país, son vistos como lujos inaccesibles. Aquí la gente a menudo empieza las conversaciones con una frase que todavía no suena rara en la China de hoy: "Somos pobres".
En las últimas décadas, China ha sacado a más gente de la pobreza que cualquier otro país del mundo, pero la persistencia de la pobreza en lugares como el sur de la provincia de Henan corresponde con las conclusiones de un reciente estudio del Banco Mundial que sugiere que en China todavía hay trescientos millones de pobres -tres veces más que las estimaciones previas del banco.
La pobreza es más severa en la periferia geográfica y social de China, se trate de las zonas montañosas o de los desiertos que rodean al país, o en áreas dominadas por minorías étnicas, las que por razones culturales e históricas no han obtenido los mismos beneficios que las otras de la prosperidad económica del país.
Pero también persiste en lugares como Henan, donde la densidad de población es la mayor de China, y la nueva riqueza de la próspera costa reluce, casi burlonamente, a apenas una provincia de distancia.
"Henan tiene la mayor población de todas las provincias -casi cien millones de personas- y el país simplemente no puede mantener ese tipo de cifras", dice Albert Keidel, colaborador del Carnegie Endowment for International Peace y experto en la pobreza china. "Se supone que es un granero, pero en China ha existido siempre una pronunciada discriminación de las zonas agrícolas. Las ganancias que puedes hacer con una hectárea de tierra en verduras, o con una piscifactoría o en petróleo, son mucho mayores".
Otros expertos dicen que Henan y otras regiones densamente pobladas del campo chino son a menudo excluidas de la ayuda económica que se destina a las áreas costeras, y las escasas medidas contra la pobreza que existen tienen poco impacto. Los vecinos de esas áreas dicen que el dinero destinado para ellos es apropiado por funcionarios locales corruptos, que lo meten en sus bolsillos o lo desvían a inversiones comerciales.
Paradójicamente, dicen que son pasados por alto precisamente debido a su proximidad a importantes centros económicos del este del país, obligados a arreglárselas por sí mismos debido a la creencia de que pueden salir adelante con el dinero enviado a casa por trabajadores emigrados y otras formas de ingreso.
"Las políticas anteriores de mitigación de la pobreza se concentraron en el occidente de China, en lugares como Gansu, Qinghai o Guizhou, que son más pobres", dijo Wang Xiaolu, subdirector del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas, una organización no-gubernamental de Pekín. "Además, la situación en las regiones fronterizas es más complicada, debido a que si las cosas salen mal allá, se convierten en algo más que solo en un problema de pobreza. Es por eso que las políticas se destinaban hacia ellas".
Aquí en el condado de Gushi en el campo de Henan, sólo 73 mil de los 1.4 millones de campesinos viven por debajo del nivel oficial de pobreza de 94 dólares al año, que se supone es suficiente para cubrir las necesidades básicas, incluyendo la mantención de una dieta diaria de dos mil calorías. "Debemos tener en mente que esta norma de pobreza es muy baja", dijo Wang, haciéndose eco de la opinión de muchos economistas chinos.
Mucha más gente en esta zona de Henan subsiste entre la línea oficial de pobreza y la norma de un dólar al día, que es la regla usada desde hace tiempo por el Banco Mundial. El Banco Mundial calcula que el número de gente pobre en China se triplicado a trescientos millones, de cien millones el mes pasado, después de que un sondeo de precios alterara la idea de lo que se puede comprar con un dólar. La nueva norma fue establecida de acuerdo a lo que los economistas llaman paridad del poder de compra. Con los nuevos cálculos, las estimaciones del volumen total de la economía china también se redujeron en un cuarenta por ciento.
Aquí los campesinos son los primeros en informar a los visitantes que digan lo que digan las estadísticas, ellos siguen estancados en una profunda pobreza. Los aldeanos de esta comuna dijeron que varias recientes y altamente publicitadas medidas del gobierno central para mejorar la suerte de los campesinos habían tenido poco efecto en sus vidas. Incluyeron la abolición de los impuestos a la agricultura para los campesinos, la anulación de las matrículas escolares de sus hijos y nuevos planes de jubilación y seguro médico que en papel parecen más generosas para los pobres del campo.
Debido a que la mayoría de los campesinos de aquí sólo tienen una relación oblicua con la economía de mercado, la exención de impuestos es prácticamente irrelevante. Incluso con la anulación de la matrícula escolar, muchos dicen que siguen siendo estrujados por otros costes de las escuelas. Similarmente, dijeron otros, las matrículas de participación y los deducibles colocaron los planes de jubilación y seguro médico en áreas rurales fuera de su alcance.
"Somos terriblemente pobres", dijo Zhou Zhiwen, 55, una mujer de Yangmiao cuya casa de ladrillos la destaca como en mejores condiciones que la mayoría de la gente aquí, que todavía vive en estructuras de adobe. "Cultivamos suficientes alimentos para alimentarnos, sin producir excedentes. Ya no tenemos que pagar el impuesto a los granos, pero no vivimos mucho mejor".
Interrogada sobre cómo sobrevivía, la señora Zhou dijo que recibía de vez en vez ayuda de sus familiares que habían emigrado para encontrar trabajo. "Si la gente viviera bien en su tierra, ¿quién emigraría?", dijo. "Nuestros jóvenes se marchan a trabajar fuera".
Para muchos campesinos, el gobierno central ha perdido el contacto con la realidad del campo en lugares como este, y el gobierno local está lleno de funcionarios corruptos que malgastan los fondos destinados a los pobres del campo en pueblos y ciudades de la provincia o simplemente se meten el dinero en sus bolsillos.
"La gente corriente no obtiene ningún beneficio de los programas de mitigación de la pobreza", dijo Li Guangyi, un campesino que vive en la aldea de Zhangyoufang. "¿Qué hacer para que el dinero llegue a nuestras manos? Primero se usa para ayudar a los funcionarios locales, que se enriquecen con las tragedias del país".
David Dollar, funcionario del Banco Mundial en Pekín, restó importancia al gobierno central en la mitigación de la pobreza, diciendo que los resultados de las provincias tenían mucho más que ver con el éxito de los funcionarios locales en la creación de un clima atractivo para las inversiones.
Gran parte de la pobreza restante, dijo, abarcaba familias que no tenían trabajadores emigrantes o en estado de trabajar. "Muy a menudo la pobreza está relacionada con problemas de salud o lesiones, o la ausencia de una persona en estado de trabajar", dijo Dollar. "Tradicionalmente, el enfoque del gobierno chino ha sido el de ayudar al crecimiento de las aldeas, pero si no hay demasiada gente en condiciones de trabajar, tienes que preocuparte de problemas relacionados con la red de seguridad".
Sin embargo, en la comuna de Gushi incluso familias con miembros que han emigrado hacia el este a la búsqueda de trabajo siguen estancadas en la pobreza, y la situación de los emigrantes mismos es a menudo muy precaria.
Shen Kexia, 33, que dejó su pueblo con su marido para buscar trabajo en Hangzhou, una próspera ciudad costera al sur del país, volvió hace poco a casa para el nacimiento de su segunda hija. Ella y su marido piensan dejar a sus dos hijas con los padres de Shen tan pronto como pueda destetar al bebé.
"Si mis parientes políticos se enferman, no podremos marcharnos", dijo. "Estamos en casa para tener a este bebé porque no podemos hacerlo en Hangzhou, pero si hacemos dinero, no volveremos".
"De algún modo logramos comer, pero no es nunca suficiente", dijo Li. "Al menos, no nos morimos de hambre".
En esta región del sur de la provincia de Henan, en aldea tras aldea, la gente es demasiado pobre como para calentar sus casas en invierno y muchos carecen de servicios básicos, como agua potable. Los celulares, un símbolo omnipresente de movilidad ascendente en gran parte del país, son vistos como lujos inaccesibles. Aquí la gente a menudo empieza las conversaciones con una frase que todavía no suena rara en la China de hoy: "Somos pobres".
En las últimas décadas, China ha sacado a más gente de la pobreza que cualquier otro país del mundo, pero la persistencia de la pobreza en lugares como el sur de la provincia de Henan corresponde con las conclusiones de un reciente estudio del Banco Mundial que sugiere que en China todavía hay trescientos millones de pobres -tres veces más que las estimaciones previas del banco.
La pobreza es más severa en la periferia geográfica y social de China, se trate de las zonas montañosas o de los desiertos que rodean al país, o en áreas dominadas por minorías étnicas, las que por razones culturales e históricas no han obtenido los mismos beneficios que las otras de la prosperidad económica del país.
Pero también persiste en lugares como Henan, donde la densidad de población es la mayor de China, y la nueva riqueza de la próspera costa reluce, casi burlonamente, a apenas una provincia de distancia.
"Henan tiene la mayor población de todas las provincias -casi cien millones de personas- y el país simplemente no puede mantener ese tipo de cifras", dice Albert Keidel, colaborador del Carnegie Endowment for International Peace y experto en la pobreza china. "Se supone que es un granero, pero en China ha existido siempre una pronunciada discriminación de las zonas agrícolas. Las ganancias que puedes hacer con una hectárea de tierra en verduras, o con una piscifactoría o en petróleo, son mucho mayores".
Otros expertos dicen que Henan y otras regiones densamente pobladas del campo chino son a menudo excluidas de la ayuda económica que se destina a las áreas costeras, y las escasas medidas contra la pobreza que existen tienen poco impacto. Los vecinos de esas áreas dicen que el dinero destinado para ellos es apropiado por funcionarios locales corruptos, que lo meten en sus bolsillos o lo desvían a inversiones comerciales.
Paradójicamente, dicen que son pasados por alto precisamente debido a su proximidad a importantes centros económicos del este del país, obligados a arreglárselas por sí mismos debido a la creencia de que pueden salir adelante con el dinero enviado a casa por trabajadores emigrados y otras formas de ingreso.
"Las políticas anteriores de mitigación de la pobreza se concentraron en el occidente de China, en lugares como Gansu, Qinghai o Guizhou, que son más pobres", dijo Wang Xiaolu, subdirector del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas, una organización no-gubernamental de Pekín. "Además, la situación en las regiones fronterizas es más complicada, debido a que si las cosas salen mal allá, se convierten en algo más que solo en un problema de pobreza. Es por eso que las políticas se destinaban hacia ellas".
Aquí en el condado de Gushi en el campo de Henan, sólo 73 mil de los 1.4 millones de campesinos viven por debajo del nivel oficial de pobreza de 94 dólares al año, que se supone es suficiente para cubrir las necesidades básicas, incluyendo la mantención de una dieta diaria de dos mil calorías. "Debemos tener en mente que esta norma de pobreza es muy baja", dijo Wang, haciéndose eco de la opinión de muchos economistas chinos.
Mucha más gente en esta zona de Henan subsiste entre la línea oficial de pobreza y la norma de un dólar al día, que es la regla usada desde hace tiempo por el Banco Mundial. El Banco Mundial calcula que el número de gente pobre en China se triplicado a trescientos millones, de cien millones el mes pasado, después de que un sondeo de precios alterara la idea de lo que se puede comprar con un dólar. La nueva norma fue establecida de acuerdo a lo que los economistas llaman paridad del poder de compra. Con los nuevos cálculos, las estimaciones del volumen total de la economía china también se redujeron en un cuarenta por ciento.
Aquí los campesinos son los primeros en informar a los visitantes que digan lo que digan las estadísticas, ellos siguen estancados en una profunda pobreza. Los aldeanos de esta comuna dijeron que varias recientes y altamente publicitadas medidas del gobierno central para mejorar la suerte de los campesinos habían tenido poco efecto en sus vidas. Incluyeron la abolición de los impuestos a la agricultura para los campesinos, la anulación de las matrículas escolares de sus hijos y nuevos planes de jubilación y seguro médico que en papel parecen más generosas para los pobres del campo.
Debido a que la mayoría de los campesinos de aquí sólo tienen una relación oblicua con la economía de mercado, la exención de impuestos es prácticamente irrelevante. Incluso con la anulación de la matrícula escolar, muchos dicen que siguen siendo estrujados por otros costes de las escuelas. Similarmente, dijeron otros, las matrículas de participación y los deducibles colocaron los planes de jubilación y seguro médico en áreas rurales fuera de su alcance.
"Somos terriblemente pobres", dijo Zhou Zhiwen, 55, una mujer de Yangmiao cuya casa de ladrillos la destaca como en mejores condiciones que la mayoría de la gente aquí, que todavía vive en estructuras de adobe. "Cultivamos suficientes alimentos para alimentarnos, sin producir excedentes. Ya no tenemos que pagar el impuesto a los granos, pero no vivimos mucho mejor".
Interrogada sobre cómo sobrevivía, la señora Zhou dijo que recibía de vez en vez ayuda de sus familiares que habían emigrado para encontrar trabajo. "Si la gente viviera bien en su tierra, ¿quién emigraría?", dijo. "Nuestros jóvenes se marchan a trabajar fuera".
Para muchos campesinos, el gobierno central ha perdido el contacto con la realidad del campo en lugares como este, y el gobierno local está lleno de funcionarios corruptos que malgastan los fondos destinados a los pobres del campo en pueblos y ciudades de la provincia o simplemente se meten el dinero en sus bolsillos.
"La gente corriente no obtiene ningún beneficio de los programas de mitigación de la pobreza", dijo Li Guangyi, un campesino que vive en la aldea de Zhangyoufang. "¿Qué hacer para que el dinero llegue a nuestras manos? Primero se usa para ayudar a los funcionarios locales, que se enriquecen con las tragedias del país".
David Dollar, funcionario del Banco Mundial en Pekín, restó importancia al gobierno central en la mitigación de la pobreza, diciendo que los resultados de las provincias tenían mucho más que ver con el éxito de los funcionarios locales en la creación de un clima atractivo para las inversiones.
Gran parte de la pobreza restante, dijo, abarcaba familias que no tenían trabajadores emigrantes o en estado de trabajar. "Muy a menudo la pobreza está relacionada con problemas de salud o lesiones, o la ausencia de una persona en estado de trabajar", dijo Dollar. "Tradicionalmente, el enfoque del gobierno chino ha sido el de ayudar al crecimiento de las aldeas, pero si no hay demasiada gente en condiciones de trabajar, tienes que preocuparte de problemas relacionados con la red de seguridad".
Sin embargo, en la comuna de Gushi incluso familias con miembros que han emigrado hacia el este a la búsqueda de trabajo siguen estancadas en la pobreza, y la situación de los emigrantes mismos es a menudo muy precaria.
Shen Kexia, 33, que dejó su pueblo con su marido para buscar trabajo en Hangzhou, una próspera ciudad costera al sur del país, volvió hace poco a casa para el nacimiento de su segunda hija. Ella y su marido piensan dejar a sus dos hijas con los padres de Shen tan pronto como pueda destetar al bebé.
"Si mis parientes políticos se enferman, no podremos marcharnos", dijo. "Estamos en casa para tener a este bebé porque no podemos hacerlo en Hangzhou, pero si hacemos dinero, no volveremos".