Pablo y Alice (derecha) conversan con un vecino que acaba de ser padre.
- Graciela del Ríolo y Alice (
Rusia y Etiopía suman la mitad del total de casos y superan
ya al país asiático como emisores
derecha) conversan con un vecino que acaba de ser padre. - Graciela del Río
China ha dejado de ser el gran proveedor de niños en adopción
para España. La salida de menores de edad desde el gigante
asiático ha pasado de representar el 50,7% del total de adopciones
en 2005 (2.753 niños chinos), al 19,6% en 2008 (apenas 619),
según datos a los que ha tenido acceso este periódico y que
hará públicos en las próximas semanas el Ministerio de
Sanidad y Política Social.El desplome chino del último lustro ha supuesto un frenazo de
las adopciones totales españolas, que cayeron de las 5.541
en 2004 a las 3.156 en 2008, arrastradas también por el cerrojazo
de Rusia, la segunda potencia emisora del pasado lustro.
Las salidas autorizadas por Moscútuvieron un descenso
más moderado, al pasar de los 1.618 a los 899 en el mismo periodo.El coste de una adopción oscila entre los 4.000 y los 14.000 eurosEl motivo que ha provocado este
cambio es que "la situación
económica de China en los
últimos años ha mejorado
mucho", indica el secretario
general de Política Social,
Francisco Moza. Como consecuencia,
el Gobierno asiático "promueve
ahora la adopción nacional y
esto provoca que los trámites para los extranjeros sean más
exigentes".No obstante, algunos expertos apuntan que las dos potencias
ven el fenómeno de la salida masiva de niños como un
problema nacional que da mala imagen en el extranjero.La prioridad, la reinserción
El convenio de La Haya sobre adopción internacional de
1993 y que España ratificó en 1995 establece que, antes
que la adopción internacional, se debe tratar de reinsertar
al niño en su familia o darlo en adopción dentro de su país.En España, el coste que supone adoptar a un niño varía
según el origen y las subvenciones de la comunidad
autónoma que lo gestione. La horquilla va desde los
4.000 hasta los 14.000 euros (incluyendo los gastos
de la asociación, notario, traductor, legalización en el
país, mensajería, gestión del expediente...).A nivel mundial, España, EEUU y Francia son los tres
países que más niños adoptan. Debido a la falta de oferta
de Rusia y China, el Gobierno español ha puesto ahora su
mirada en otros países, como Etiopía o Kazajstán.En 2008, España logró la recepción de 3.156 bebés y niños extranjerosEl país africano se ha
aupado hasta el segundo
puesto como estado emisor
, con 629 adopciones en
2008 (en 2003 sólo autorizó 107).
El caso de la república ex
soviética es todavía más
destacado: ha pasado de
sólo dos adopciones a 149
en el mismo periodo.Etiopía, la gran esperanza
"Etiopía es el gran futuro para las familias que quieran
adoptar. Es uno de los más pobres y con una tasa de
sida más alta de todo África", asegura el presidente de
Adecop, la primera asociación de adopción española,
fundada en 1995, Miguel Góngora. "Los niños que vienen
están sanos. Se dan todas las garantías jurídicas y
sanitarias", apunta."En China no aconsejamos que se intente adoptar porque
hay mucha lista de espera y el proceso puede durar
seis o siete años. Colombia es de algo más de cuatro
años, pero en Etiopía ni siquiera llega a dos", explica
Góngora.La falta de oferta internacional también ha provocado
que las familias demandantes (que han pasado de rondar
los 40 años de edad a la treintena) varíen el perfil de
sus solicitudes. Años atrás, las parejas solían pedir
únicamente bebés, pero ahora han ganado protagonismo
niños más mayores o, incluso, parejas de hermanos.
Tradicionalmente, estos perfiles eran rechazados por los
padres, pero sus listas de espera son menores y los
trámites se pueden solucionar en un año. Se han
convertido en la gran alternativa."Los cinco años de espera al final han merecido
la pena"
Alice y Pablo conocerán a su futuro hijo en las próximas
semanas.Faltan apenas unas semanas. Algún mes, quizá. Después
de cinco años de espera, Alice y Pablo acaban de recibir el
ok para su adopción. El pasado 3 de junio dejaron de formar
parte de la agónica lista de espera. El embarazo administrativo,
que inicialmente iba a durar dos años, "ha sido eterno", explica
el futuro padre, de 41 años.No les importa la edad, ni el sexo, ni la raza del retoño. De hecho,
hace tiempo cambiaron sus requisitos de solicitud para poder
agilizar los trámites: "Puede que sean dos hermanos, un niño,
una niña, que no sea bebé... Nos da igual. Lo importante es ser
padres", apunta Alice, de 40 años, sin disimular su impaciencia.Con más de cien páginas de documentación en la mano, Pablo
echa la vista atrás en el proceso: "Para obtener el certificado
de idoneidad, los técnicos valoraron nuestra estabilidad como
pareja [juntos desde 1998] y que los dos terminamos de
trabajar a las tres de la tarde. Para las familias que salen
a las nueve de la noche, lógicamente, es más complicado".En su domicilio, en el centro de Madrid (se lo cambiaron a
los padres de ella para mejorar sus opciones), Alice destaca
los riesgos de alargar el proceso. "Puedes perder tu trabajo,
tu pareja e, incluso, la ilusión por adoptar", subraya. "Tienes la
tentación permanente de saltarte las reglas: ir a un orfanato
africano, darles un donativo y coger a un niño, pero no es lo
que queremos", dice.¿Por qué eligieron Colombia? "Nos daba confianza. En Europa
del Este, los certificados no son tan fiables. En Colombia,
valoramos que los niños no estén en orfanatos, sino con
madres de acogida temporal", asegura Pablo. Sin embargo,
recuerda que hay familias en peor situación: "Cuando estalla
una guerra o un golpe de Estado, los procesos se suspenden
y las familias han de empezar de cero".
para España. La salida de menores de edad desde el gigante
asiático ha pasado de representar el 50,7% del total de adopciones
en 2005 (2.753 niños chinos), al 19,6% en 2008 (apenas 619),
según datos a los que ha tenido acceso este periódico y que
hará públicos en las próximas semanas el Ministerio de
Sanidad y Política Social.
las adopciones totales españolas, que cayeron de las 5.541
en 2004 a las 3.156 en 2008, arrastradas también por el cerrojazo
de Rusia, la segunda potencia emisora del pasado lustro.
Las salidas autorizadas por Moscútuvieron un descenso
más moderado, al pasar de los 1.618 a los 899 en el mismo periodo.
El coste de una adopción oscila entre los 4.000 y los 14.000 euros
cambio es que "la situación
económica de China en los
últimos años ha mejorado
mucho", indica el secretario
general de Política Social,
Francisco Moza. Como consecuencia,
el Gobierno asiático "promueve
ahora la adopción nacional y
esto provoca que los trámites para los extranjeros sean más
exigentes".
ven el fenómeno de la salida masiva de niños como un
problema nacional que da mala imagen en el extranjero.
1993 y que España ratificó en 1995 establece que, antes
que la adopción internacional, se debe tratar de reinsertar
al niño en su familia o darlo en adopción dentro de su país.
según el origen y las subvenciones de la comunidad
autónoma que lo gestione. La horquilla va desde los
4.000 hasta los 14.000 euros (incluyendo los gastos
de la asociación, notario, traductor, legalización en el
país, mensajería, gestión del expediente...).
países que más niños adoptan. Debido a la falta de oferta
de Rusia y China, el Gobierno español ha puesto ahora su
mirada en otros países, como Etiopía o Kazajstán.
En 2008, España logró la recepción de 3.156 bebés y niños extranjeros
aupado hasta el segundo
puesto como estado emisor
, con 629 adopciones en
2008 (en 2003 sólo autorizó 107).
El caso de la república ex
soviética es todavía más
destacado: ha pasado de
sólo dos adopciones a 149
en el mismo periodo.
adoptar. Es uno de los más pobres y con una tasa de
sida más alta de todo África", asegura el presidente de
Adecop, la primera asociación de adopción española,
fundada en 1995, Miguel Góngora. "Los niños que vienen
están sanos. Se dan todas las garantías jurídicas y
sanitarias", apunta.
hay mucha lista de espera y el proceso puede durar
seis o siete años. Colombia es de algo más de cuatro
años, pero en Etiopía ni siquiera llega a dos", explica
Góngora.
que las familias demandantes (que han pasado de rondar
los 40 años de edad a la treintena) varíen el perfil de
sus solicitudes. Años atrás, las parejas solían pedir
únicamente bebés, pero ahora han ganado protagonismo
niños más mayores o, incluso, parejas de hermanos.
Tradicionalmente, estos perfiles eran rechazados por los
padres, pero sus listas de espera son menores y los
trámites se pueden solucionar en un año. Se han
convertido en la gran alternativa.
"Los cinco años de espera al final han merecido
la pena"
Alice y Pablo conocerán a su futuro hijo en las próximas
semanas.
semanas.
Faltan apenas unas semanas. Algún mes, quizá. Después
de cinco años de espera, Alice y Pablo acaban de recibir el
ok para su adopción. El pasado 3 de junio dejaron de formar
parte de la agónica lista de espera. El embarazo administrativo,
que inicialmente iba a durar dos años, "ha sido eterno", explica
el futuro padre, de 41 años.
de cinco años de espera, Alice y Pablo acaban de recibir el
ok para su adopción. El pasado 3 de junio dejaron de formar
parte de la agónica lista de espera. El embarazo administrativo,
que inicialmente iba a durar dos años, "ha sido eterno", explica
el futuro padre, de 41 años.
No les importa la edad, ni el sexo, ni la raza del retoño. De hecho,
hace tiempo cambiaron sus requisitos de solicitud para poder
agilizar los trámites: "Puede que sean dos hermanos, un niño,
una niña, que no sea bebé... Nos da igual. Lo importante es ser
padres", apunta Alice, de 40 años, sin disimular su impaciencia.
hace tiempo cambiaron sus requisitos de solicitud para poder
agilizar los trámites: "Puede que sean dos hermanos, un niño,
una niña, que no sea bebé... Nos da igual. Lo importante es ser
padres", apunta Alice, de 40 años, sin disimular su impaciencia.
Con más de cien páginas de documentación en la mano, Pablo
echa la vista atrás en el proceso: "Para obtener el certificado
de idoneidad, los técnicos valoraron nuestra estabilidad como
pareja [juntos desde 1998] y que los dos terminamos de
trabajar a las tres de la tarde. Para las familias que salen
a las nueve de la noche, lógicamente, es más complicado".
echa la vista atrás en el proceso: "Para obtener el certificado
de idoneidad, los técnicos valoraron nuestra estabilidad como
pareja [juntos desde 1998] y que los dos terminamos de
trabajar a las tres de la tarde. Para las familias que salen
a las nueve de la noche, lógicamente, es más complicado".
En su domicilio, en el centro de Madrid (se lo cambiaron a
los padres de ella para mejorar sus opciones), Alice destaca
los riesgos de alargar el proceso. "Puedes perder tu trabajo,
tu pareja e, incluso, la ilusión por adoptar", subraya. "Tienes la
tentación permanente de saltarte las reglas: ir a un orfanato
africano, darles un donativo y coger a un niño, pero no es lo
que queremos", dice.
los padres de ella para mejorar sus opciones), Alice destaca
los riesgos de alargar el proceso. "Puedes perder tu trabajo,
tu pareja e, incluso, la ilusión por adoptar", subraya. "Tienes la
tentación permanente de saltarte las reglas: ir a un orfanato
africano, darles un donativo y coger a un niño, pero no es lo
que queremos", dice.
¿Por qué eligieron Colombia? "Nos daba confianza. En Europa
del Este, los certificados no son tan fiables. En Colombia,
valoramos que los niños no estén en orfanatos, sino con
madres de acogida temporal", asegura Pablo. Sin embargo,
recuerda que hay familias en peor situación: "Cuando estalla
una guerra o un golpe de Estado, los procesos se suspenden
y las familias han de empezar de cero".
del Este, los certificados no son tan fiables. En Colombia,
valoramos que los niños no estén en orfanatos, sino con
madres de acogida temporal", asegura Pablo. Sin embargo,
recuerda que hay familias en peor situación: "Cuando estalla
una guerra o un golpe de Estado, los procesos se suspenden
y las familias han de empezar de cero".